Ingredientes:
3 huevos
200g chocolate
200g chocolate
El mousse de chocolate es algo fácil de hacer y que siempre nos puede sacar de algún apuro. Se puede servir en tacitas o se puede emplear como decoración de otros postres.
El secreto de un buen mousse es la calidad del chocolate empleado, siempre saldrá mejor si utilizamos Nestlé, Lindt o una marca de estas que si utilizamos chocolate para postres... Cuanto mejor sea el chocolate, mejor será el sabor y la textura.
Dicho esto, nos ponemos manos a la obra!
Lo primero es separar las yemas de las claras. Ahora, montamos las claras a punto de nieve y las dejamos aparte.
Al baño maría derretiremos el chocolate. Este paso es muy importante, el baño maría (para quienes no lo sepan) consiste en poner un cazo con un poco de agua, poner encima un recipiente (no de plástico por favor...) y tener cuidado de que el agua nunca toque el culo del recipiente. Encendemos el fuego medio-alto y removemos el chocolate hasta que se derrita. Es importante que nada de líquido entre en el recipiente del chocolate.
Una vez derretido el chocolate, quitamos el bol o el recipiente del cazo y con unas varillas vamos removiendo, mientras hacemos esto, iremos añadiendo las yemas de una en una sin dejar de remover para que no cuajen. Después, echaremos un poco de las claras en el recipiente del chocolate y lo mezclaremos, a continuación iremos incorporando las claras restantes al chocolate, con movimientos amplios para conservar el aire de las claras.
Trasladaremos el mousse a los recipientes deseados y los meteremos en la nevera para que cojan textura y cuerpo, unas horas o mejor toda la noche.
OBS! Yo suelo echarle una cucharadita de café al chocolate derretido, o también una cucharadita de Brandy.
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